Resiliencia

Todos oímos hablar mucho de la resiliencia, una palabra de moda que utilizamos a veces sin pararnos a pensar en su significado real y lo importante que es para la vida.

Resiliencia como la cualidad, y resiliente, la persona, o cosa, que adoptan esa cualidad.

Pero en ambos casos es la capacidad de adaptarse y superar situaciones adversas.

Aunque las palabras son de origen latino, al español han llegado a través del inglés.

Si analizamos el verbo latino resilireel significado literal sería saltar de nuevo, saltar de vuelta, rebotar.

En inglés, desde el siglo XIX, se utilizaba la palabra resilience para referirse a la capacidad de los materiales de volver a su forma original.

Al adaptarlo a las personas, es la capacidad de reponerse o de sobreponerse ante la adversidad. 

Cuando tenemos una enfermedad, un problema que nos afecta  emocionalmente, una crisis económica, etc,.. son situaciones que provocan sufrimiento y frustración.

Ante cualquier forma de adversidad caben dos respuestas o actitudes vitales:

 1. Rendirnos 

 2. Adoptar una actitud positiva que nos ayude a superar la situación.

Ésta  segunda opción depende de nuestra capacidad de resiliencia.

En mayor o menor medida todos tenemos esta capacidad en nuestro interior.

Y recurrimos a ella cuando necesitamos compensar las circunstancias negativas con una actitud positiva.

Dos buenos aliados con la capacidad de resiliencia son la fortaleza emocional y espiritual.

En este sentido, os comparto algunas ideas importantes para desarrollar esta capacidad de resiliencia y ponerla en práctica:

  •  Ver las dificultades como una oportunidad para crecer.
  •  Afrontar los nuevos desafíos con actitud y espíritu positivo.
  • No identificar el fracaso como derrota, sino como la posibilidad de tu desarrollo personal.
  • Ver las adversidades como algo temporal, que están ahí para ayudarnos a crecer.
  • Poner el foco en lo positivo que vamos a conseguir y no en lo negativo.
  • Aprender de la situación.
  • Contar con una buena red de apoyo de personas y saber pedir ayuda.
  • Creer en nuestras propias capacidades para superar las adversidades.
  • Mejorar nuestra condición física, ayudará a nuestra claridad mental.
  • Centrarnos en la solución y no en el problema.
  • Ser perseverante a la hora de seguir un camino.

 En realidad, las adversidades son nuestros maestros de vida, lo que nos permite mirarnos hacia el interior, descubrir nuestro propósito y ser la persona que inspira a otras personas a salir adelante.

Piensa por un momento qué persona que conoces ha pasado por una situación muy difícil y cómo ha transitado ese camino, con dolor, si, pero con resiliencia, perseverancia, confianza y fe.

Para mí hay muchos ejemplos, pero el más cercano es el de mi madre.

¡A ella le hago este homenaje a la resiliencia!

Espero esta reflexión te inspire y te ayude.

Quizá también puedes compartirlo con otras personas que consideres les puede inspirar.

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