
Sabes que me gustan las preguntas. Para mí han sido el punto de partida en este camino de transformación y crecimiento personal. ¿Has escrito cuál es el ideal con el que estás trabajando hoy?
Retomo la tarea de la Mentoría semanal 4, que os dejé el martes pasado. Te recomiendo dedicar el tiempo necesario para poder hacer este ejercicio. Ahí empieza la MAGIA. Y luego, poco a poco, avanzar y convertir esa idea en realidad. Puedes ser un profesional de esa idea. Eso es increíble.
Una idea sin acción es un simple deseo. Todo ideal digno tiene la llave al éxito, y, sobre todo, a una vida feliz. Descubre ese ideal y créalo.
Crear
Tiene mucho que ver con lo que crees. Seguro habéis escuchado decir: “Si crees, creas” y no hay límites para conseguir lo que queremos lograr. Pero tenemos que ser muy conscientes de hacer extraordinario lo ordinario, empezar hoy y trabajar cada día en cada paso que debemos dar. Habrá días de luces y días de sombras, pero si tienes una mirada clara hacia dónde quieres ir, superarás todas las dificultades.
En muchos libros que se han escrito sobre cómo lograr lo que nos proponemos, la mayoría de los autores coinciden en lo mismo:
Es la suma del Conocimiento, la Planificación y el Trabajo.
Cuando lees este tipo de “fórmulas”, que parecen sencillas y obvias, lo entiendes ¿verdad? Entonces ¿por qué sólo un 5% de la población es quién logra sus metas?. Si es algo sencillo y fácil de comprender.
Aprender todo lo que necesitamos para desarrollar esa idea. Desempeñar de manera extraordinaria el trabajo que elegimos y descubrir nuestro propósito, es la base de todo este camino.
Y en qué consiste esa fórmula: C + P + T.
- C, de conocimiento: Es dedicar un tiempo cada día a ese aprendizaje. Cada día podemos aprender algo nuevo, da igual la edad que tengas.
- P, de planificación: Es escribir nuestras metas, establecerlas y detallar nuestros objetivos. Escribir el plan y tenerlo siempre a la vista.
- T, de trabajo. Cada día hacer las tareas y trabajar con perseverancia en ello.
El que tiene una meta, sabe a dónde va, y recorre ese viaje en esa dirección, que le llevará al próximo destino.
Ahí está la clave.



